Si los antibióticos pierden su eficacia, dictarán el “fin de la medicina moderna”, advirtió el pasado viernes la asesora médica principal del Gobierno del Reino Unido, Sally Davies, durante una conferencia en Berlín, Alemania.
La especialista británica alertó de que la creciente resistencia a los antibióticos puede convertir en cosa del pasado las técnicas médicas de transplantes y hacer demasiado arriesgadas las intervenciones quirúrgicas básicas, desde simples operaciones de cesárea hasta los tratamientos contra el cáncer.
“Si no tomamos medidas ahora, realmente nos enfrentaremos a un aterrador apocalipsis post-antibióticos“, aseguró Davies. El problema principal es que “demasiadas personas toman antibióticos que no necesitan”, recoge sus palabras ‘The Telegraph’.
En respaldo a sus alarmas, la principal vocero oficial de asuntos de salud en el Reino Unido precisó que en su país, como mínimo, los antibióticos pueden ser innecesarios en uno de cada tres o cuatro casos en que se prescribe tal tipo de medicamentos.
Aritmética perturbadora
Si usted recurre a los antibióticos para deshacerse rápidamente de un catarro o un virus, estos medicamentos pueden jugarle una mala pasada cuando realmente surja la necesidad de tomarlos, pues se tornarán inocuos.
Según los datos del informe de 2016 sobre resistencia antimicrobiana (Review on Antimicrobial Resistance), en la actualidad 700.000 personas mueren cada año por infecciones resistentes a los medicamentos. Se estima que en ausencia de políticas de prevención del crecimiento de la resistencia antimicrobiana, esta cifra crecerá y para 2050 serán en el mundo cada año 10 millones de personaslas que perderán la vida por esa causa.
“No queremos que los pacientes piensen que los medicos están siendo tacaños”, agregó Davies. “La investigación ha mostrado que a menudo ellos piensan que los médicos tratan de ahorrar dinero, cuando de hecho lo que intentan es preservar los medicamentos, para que funcionen cuando realmente sean necesarios”, concluyó.