- Mejoramiento de los procesos y de las agendas de los profesionales permitió esta disminución en el transcurso del año 2023.
San Vicente, 14 de marzo de 2024.- Producto de la disminución de las atenciones presenciales en los establecimientos de salud, por la pandemia de Covid, se generaron listas de espera en diversas áreas y una de ellas fue en rehabilitación, donde los pacientes comenzaron a incrementar las listas de espera, como ocurrió en el Hospital de San Vicente, donde el año 2022 se llegaron a tener 1.266 paciente en lista de espera.
Sin embargo, gracias al trabajo y el esfuerzo realizado por la Unidad de Rehabilitación, se logró durante el pasado disminuir en un 85% ese número. “Se acumularon muchos pacientes, posterior al tema del coronavirus y el Hospital de San Vicente ya estaba considerando el habilitarse para empezar a operar traumatología a mano, lo que iba a aumentar el número de las interconsultas, a lo que se agregaba los pacientes que llegaban desde el servicio de hospitalizados, como accidentes cerebrovasculares y otros pacientes traumatológicos”, explicó el jefe de Rehabilitación, kinesiólogo José Ibarra.
Por ello, en el primer semestre de 2022 “se hizo un diagnóstico situacional de la Unidad de Rehabilitación del Hospital de San Vicente, donde se evaluaron los puntos críticos que podían ser modificados y sacamos aquellos procedimientos que no aportaban valor agregado a nuestro trabajo y trabajamos mucho en las agendas de los profesionales, para ver la eficacia que tenía cada uno de su agenda, modificando los protocolos de priorización para entrar a la unidad”.
De esta forma se comenzó a trabajar aumentando la capacidad de la agenda de los profesionales y el número de consulta nueva o ingresos “la agenda de los profesionales mejoró su eficiencia a casi un 92%, lo cual es bastante bueno, porque el otro porcentaje corresponde a los pacientes que no se presentan entonces y eso no depende de nosotros, con lo que logramos pasar de tener 1266 pacientes en lista de espera a 190, lo que esperamos disminuir aún más con la inyección de nuevos recursos”, puntualizó el jefe de unidad.
Así se logró atender a los pacientes en un plazo de 1 a 2 semanas después de haber sido operados o de haber sido ingresada la interconsulta al sistema y comenzó a evaluarse la satisfacción de los usuarios con respecto a temas como la confiabilidad, respeto y liderazgo de los profesionales “donde no alcanzamos el 100% debido a que se evalúa la infraestructura y al ser un hospital viejo no contamos con las mejores condiciones, lo que baja un poco nuestra puntuación”.
De esta forma, los dos kinesiólogos del área ambulatoria, José Ibarra y Pablo Gajardo, además de los kinesiólogos de hospitalizados, Camila Cruz y Eduardo Beltrán, que atienden las 51 camas que tiene el establecimiento, a lo que suma la terapeuta ocupacional Daniela Huenchunao “quien en este momento no tiene lista de espera, porque paciente que ingresa es resuelto de inmediato”, han entregado su mejor esfuerzo para atender a los pacientes de la microárea.