Este año la UOH tituló a su primera generación de profesionales y para el próximo proyecta ampliar su oferta llegando a 27 carreras.
Nutrición y Dietética, Kinesiología, Tecnología Médica y Contador Auditor son las nuevas carreras con las que la Universidad Estatal de O’Higgins ampliará su oferta académica para el pregrado en 2023.
Tras cumplir importantes hitos en 2022, como la titulación de su primera generación a seis años de su apertura, y la matrícula de más de cinco mil estudiantes, la casa de estudios amplía su oferta llegando a 27 programas de pregrado.
Salud
Son tres las carreras del área la Salud que se abren en la Región de O’Higgins. Nutrición y Dietética, apunta a formar profesionales que puedan contribuir a reducir índices negativos que registra Chile: el 74.2% de la población adulta en Chile sufre de sobrepeso u obesidad, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“Hemos trabajado en un perfil que sea innovador y que también permita responder a los principales desafíos que actualmente tiene la nutrición, ya que el enfoque regional es un sello de nuestra universidad”, indica la jefa de carrera de Nutrición y Dietética UOH, Francisca Salas-Pérez.
La formación básica y especializada le permitirá al egresado/a realizar intervenciones dietéticas y dieto-terapéuticas, cautelar la seguridad alimentaria en servicios de alimentación colectiva y promover estilos de vida saludables, así como también prevenir y tratar enfermedades asociadas a la nutrición, además de atender a las necesidades regionales a través de la educación en salud a lo largo del curso de la vida.
“La alimentación y la nutrición son claves en la salud pública, así como también lo son la inocuidad y seguridad alimentaria. En ese sentido, la posibilidad de crear la carrera de Nutrición en la UOH es una buena oportunidad para generar un plan de estudios que permita dar respuesta de manera integral a los distintos ámbitos laborales, con un enfoque en la sostenibilidad, el mejoramiento continuo y con pertinencia regional. Dentro de estos nuevos desafíos, se sugiere profundizar la formación en dietoterapia en el área clínica, dado el perfil epidemiológico del país y la dinámica de la nutrición y la alimentación en las patologías prevalentes que requieren de una mayor especialización”, señala la jefa de carrera.
La segunda carrera que se abrirá es Kinesiología, área que estudia la funcionalidad y calidad del movimiento humano y contribuye a la prevención, rehabilitación y seguimiento de pacientes con problemas que alteran la función motriz en las acciones de su vida diaria.
Uno de los focos es que los estudiantes y futuros egresados promuevan y eduquen hábitos de vida saludables con énfasis en el ejercicio preventivo y terapéutico a lo largo del ciclo vital, destacando por su sentido de responsabilidad y compromiso con las personas y su contexto funcional, resguardando un trato humanizado y respetuoso de la diversidad y la multiculturalidad.
“Nuestro objetivo es desarrollar profesionales que diagnostiquen, evalúen e intervengan a personas que presenten alguna disfunción del movimiento con origen en los sistemas músculo esquelético, cardiopulmonar, nervioso o tegumentario a lo largo del ciclo vital. Que también prevengan el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, uno de los grandes problemas que tenemos en la sociedad chilena, donde más del 80% de nuestra población sufre de estas enfermedades, y creemos que el formar kinesiólogos/as como agentes de prevención del desarrollo de enfermedades a través de la actividad física y movimiento será uno de los sellos distintivos de la UOH”, apunta el jefe de carrera de Kinesiología UOH, Sebastián Jannas.
Tecnología Médica, en tanto, es una carrera que se caracteriza por su trabajo silencioso, al ser profesionales encargados de verificar e interpretar los resultados de los exámenes clínicos que se realizan en el sistema de salud. Surgió en 1948, a partir de un grupo de mujeres que se formaron en la Escuela Técnica y Administración Hospitalaria y quienes fundan la Escuela de Tecnología Médica. En 1950 se le entregaron grados y garantías similares a las enfermeras y matronas de la época, y en 1960 se adscribe a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, dándole un carácter profesional-universitario y adscribiéndose de manera definitiva al área de salud.
“Queremos contribuir a resolver las problemáticas de salud de las personas, especialmente de la Región de O’Higgins, contribuyendo al desarrollo de la salud pública, siempre desde un enfoque humanizado de la salud. Trabajamos durante largo tiempo en la construcción de una malla curricular innovadora, que permita pensar en el desarrollo de la educación continua más adelante, por ejemplo, a través de continuidad de estudios de diplomados y postgrados”, indica el jefe de la carrera, Gonzalo Terreros.
Se dispusieron tren menciones: “Laboratorio Clínico, pensado debido a que existen más de 45 millones de exámenes clínicos que se realizan anualmente, y la mayoría son de carácter preventivo, los cual nos hace pensar que seguirán en un creciente aumento. En tanto, la mención en Otorrinolaringología está vinculada al desarrollo de exámenes auditivos y relacionado con patologías como el vértigo. Actualmente, existen varias patologías que están en las Garantías Explícitas en Salud (GES) y que no son atendidas de manera oportuna, especialmente en nuestra región. Asimismo, para Oftalmología y Optometría existen más de cinco patologías financiadas por GES y sus listas de espera son muy grandes, por lo que los nuevos profesionales podrán colaborar en la salud pública, proveyendo de los servicios de laboratorio clínico para disminuir las brechas y listas de salud. Adicionalmente es importante destacar, que estas carreras tienen una alta postulación por parte de estudiantes de la Región de O’Higgins, de los cuales cerca del 60% no puede cursar la carrera, a pesar de ser su primera opción de postulación. Esto ocurre porque muchos de los y las postulantes hasta este año, se veían enfrentados a tener que migrar de la región, lo cual no es una posibilidad para muchos y muchas estudiantes. Esperamos poder cambiar este panorama a contar del año 2023”, detalló el profesional.
Contador Auditor
“Impartir esta carrera en la UOH nace de la necesidad de profesionales del área en la región, tanto en instituciones públicas como en empresas privadas. Sabemos que hay alumnos/as en la región que estudian esta carrera en su enseñanza media, y ese conocimiento previo será bienvenido, pero no quiere decir que será más complicado para los/as que no hayan estudiado”, indica el director de la Escuela de Ciencias Sociales, Álvaro Astudillo.
Uno de los énfasis de la carrera, es que se distinga su sello diferenciador, la capacidad para orientar su trabajo en el ámbito regional, comprendiendo los fenómenos que pueden influir en el quehacer de los territorios. Además, su formación se da en un ambiente interdisciplinario, lo que enriquece enormemente la forma en que se enfrenta a los problemas.
“En esta carrera, el/la estudiante será capaz de desarrollar una mirada crítica y constructiva, gestionando los procesos más relevantes de las organizaciones, siendo capaz de generar, analizar, presentar y emitir opinión sobre informes contable-financieros de las organizaciones basándote en la expertiz de las normas internacionales de contabilidad”, añadió Astudillo.
La digitalización en el campo de la contabilidad y la auditoría podría suponer un riesgo para la empleabilidad de los profesionales del área, pero lejos de ello, la transformación digital de la industria contable es una oportunidad para crecer profesionalmente.
Con el apoyo de la tecnología, los contadores auditores serán más productivos y competentes, en la medida en que las tareas repetitivas se deleguen a aplicaciones o programas especializados, estos profesionales tendrán mayor posibilidad de realizar labores de mucho mayor valor para sus clientes, como análisis y asesoramientos. Es por esto, que los/as egresados/as de la UOH, contarán con una cultura digital para implementar tecnologías de acuerdo con sus necesidades y centrarse en incrementar sus capacidades y el aprendizaje continuo.
“Como grandes objetivos, buscamos el desarrollo para un/a profesional con altas competencias en el uso de las tecnologías de la información sumado al desarrollo del idioma inglés, pensando en que la carrera tiene un potencial importante de desarrollo tanto a nivel nacional como internacional, dada la normativa que se estudia, que es la que se ocupa en todas partes del mundo”, apuntó Álvaro Astudillo.