Por Roberto A. Olivares Pizarro
“Para que me invitan…”
Tras desechar los comentarios de algunos que -acabo de darme cuenta-… desvalorizando la agudeza y brillantez de mis comentarios y análisis y sobrevalorando mis posibles “influencias”, insinuaron que la invitación de Sebastián Guzmán -uno de mis mil y tantos mejores amigos- a integrarme como columnista en su diario… podría obedecer al espurio fin de “usarme” para ganar uno de los “fondos de medios” que adjudica el CORE, comunicar que -para solaz de muy pocos y disgusto de muchos-, he decidido aceptar tal invitación. Invitación que agradezco, dado entiendo tendré total libertad para manifestar posiciones “políticamente incorrectas” que hoy -y lo digo con conocimiento de causa-, son censuradas por los medios impresos, respecto de temas sobre los cuales la ciudadanía discute abiertamente y a diario.
Temas tales como los efectos de la inmigración “irregular” entre aquellos compatriotas con quienes disputan cupos laborales, horas de atención en consultorios, camas en hospitales públicos, matrículas en salas cunas y jardines infantiles, subsidios habitacionales y, una vez finalizada la temporada agrícola, seguramente las “canastas familiares” que se deberán repartir entre las temporeras jefas de hogar que este año no consiguieron trabajo, y los “ex turistas” que en un par de meses quedarán cesantes; o la discusión sobre el otorgar el “derecho” a que menores (legalmente sin discernimiento), puedan asumir una “identidad de género” distinta a la genética; o sobre el “derecho de adopción” que tendrían las parejas de homosexuales, a través del “matrimonio igualitario”.
Y a Sebastián Guzmán -uno de mis mil y tantos mejores amigos-, reiterarle mis agradecimientos por considerarme como columnista en su diario, a través de una frase que ya se ha hecho famosa a través de las redes sociales, la cual seguramente marcará mi -avizoro- muy probablemente corta participación en este medio… ¡Para que me invita, si sabe como me pongo!